top of page
nuevas tendencias.JPG

Es constante en el teatro de todos los tiempos, la búsquedas de temas humanos. Se han ampliado las fronteras y los horizontes, se han ido desbloqueando tabúes. Las nuevas tendencias se aprecian, a primera vista, más en el modo de presentar y versionar esos temas, en el tratamiento de temas viejos y nuevos con nuevas miradas.

Nuevas tendencias en la representación teatral.jpg

No se abandonan las obras clásicas: trágicos griegos y romanos, siglos de Oro español e inglés…, Moliere y Goldoni no faltan, ni tampoco esporádicas muestras del romanticismo alemán con Schiller. La mayoría de estas obras son revisitadas, versionadas, manipuladas (a veces muy bien), musicalizadas…, etc.  Todas estas acciones han acercado las obras a un público que tiene ya en su experiencia teatral algo más que el verso bien dicho. En algunos casos se ven enriquecidas por una sobria escenografía que las potencian, o por un espacio simbólico que nos revela más de lo que dice, o por un cambio de época que nos lanza a la cara la vigencia del problema, o por una loca fiesta que nos habla de las alegrías del ser humano, sin ocultar sus ridículos disparates.

Director de teatro O´Neill.jpg

Se mantienen presentes los clásicos llamados modernos: Lorca, Rodoreda, Sagarra, Benet i Jornet, Koltès, Ibsen, Norén, Bernhard, Weiss, Cocteau, Pinter, Beckett, Eduardo de Filippo, Chejov…, en Europa. O’Neill, Miller, Mamet, Bolaño, en America, entre muchos otros. Afortunadamente crece la creación con autores ya maduros pero aún activos o con valores que no cesan de nacer. Crece la presencia, por libre elección, de obras comprometidas  y que necesitamos ver y aceptar. Obras nuevas, pero también las de algunos autores silenciados en vida y que se recuperan ahora.

La guerra: su continua y creciente presencia, y sus secuelas de represión, muerte, odios internos y externos, culpabilizaciones históricas, rechazo a los refugiados. Recuerdo rápida y escuetamente, Purga, de Sofia Oksanca, sobre las purgas de Stalin en Estonia; Incerta gloria, del novelista Joan Sàles, y Más ceniza, de Juan Mayorga, sobre la guerra civil española; La noche de Elver, del polaco Ingmar Villgist, puesta en escena por el director de Sarajevo Dino Mustafiá, sobre el cruel destino que espera a los que son especiales en un país militarizado y totalitario;  Nadia, la lucha de Nadia Ghulam por sobrevivir en el régimen talibán de Afganistan, siendo mujer;  Cain y Abel, de Marc Artigau, sobre el alud migratorio y la inmisericorde recepción de Europa a las víctimas de las mismas situaciones que occidente ha ayudado a crear…

Representción de Incerta Gloria, de novelista Joan Sàles.jpg
Representación teatral "La mirada del otro".jpg

Terrorismo, pasado y actual, sin olvidar el terrorismo de estado, como el que se muestra en Mujer no reeducable, de Stéfano Massini, sobre la persecución y asesinato de la periodista rusa Anna Politkovskaia por denunciar las intervenciones de los gobiernos sobre la población; o en Creo en  un solo dios, del mismo autor, sobre la trágica estupidez humana (casi eterna) de matarse los unos a los otros en nombre de Dios, aquí por ejemplo en la Franja de Gaza; Los corazones puros, de Joseph Kessel, dramatización del cuento Mary de Cork, una casi onírica memoria de cómo las ideas pueden matar el amor en la Irlanda del IRA.

Sitio Web de finalidad académica. 

Blog: Las ondas del telón 

Twitter: @Lastelon

bottom of page